«Referencia: [1983R+GTCAPL]»

CITA BIBLIOGRÁFICA (C. B.)

«Los Gyrinidae (Thomson, 1860) (Col., Adephaga) de la provincia de León».

Autor: Juan Antonio Régil Cueto (Nº 5)

Boletín de la Asociación Española de Entomología. Volumen 7: 265-276. Salamanca. Noviembre de 1983.

PDF en: [https://dili-up.com/wp-content/uploads/2020/01/1983RGTCAPL.pdf]

Lista de taxones que se citan: Aulonogyrus (Aulonogyrus) striatus (Fabricius, 1792); Gyrinus (Gyrinulus) minutus (Fabricius, 1798); Gyrinus (Gyrinus) dejeani Brullé, 1832; Gyrinus (Gyrinus) distinctus Aubé, 1832; Gyrinus (Gyrinus) substriatus Stephens, 1828 y Orectochilus (Orectochilus) villosus (Müller, 1776) (Coleoptera, Adephaga, Gyrinidae).

Nota del administrador : Los taxones precedidos de un asterisco (*) se citan tal como aparecen escritos en la publicación, pero actualmente reciben otra denominación. El nombre válido puede visualizarse, en cada caso, realizando la búsqueda en el apartado de “consulta“. A este artículo le corresponde el número 5 en el orden de mis publicaciones.

“Referencia: [1979S+R+ACSCSL] (*)”

* Lista de publicaciones del Profesor Doctor D. Juan Antonio RÉGIL CUETO

CITA BIBLIOGRÁFICA (C. B.):

“Aportación al conocimiento de los Sílfidos (Col., Silphidae) de León”. (1a)

Autores firmantes: José María SALGADO COSTAS y Juan Antonio RÉGIL CUETO

Boletín de la Asociación Española de Entomología. Volumen 3: 85-93. Salamanca. Noviembre de 1979.

PDF :[https://dili-up.com/wp-content/uploads/2020/01/1979SRACSCSL.pdf].

TAXA (citados en el texto):

  • Necrophorus (Necrophorus) sepultor Charpentier, 1825; Necrophorus (Necrophorus) interruptus Stephens, 1830; Necrophorus (Necrophorus) vespilloides Herbst, 1784; Necrophorus (Necrophorus) vestigator Herschel, 1807; Necrophorus (Necrophorus) vespillo (Linné. 1761); Necrodes littoralis (Linné, 1761); Thanatophilus (Thanatophilus) rugosus (Linné, 1761); Thanatophilus (Thanatophilus) sinuatus (Fabricius, 1775); Blitophaga (Aclypea) undata (Müller, 1776); Xylodrepa quadripunctata (Linné, 1758); Oeceoptoma thoracica (Linné, 1758); Silpha obscura Linné. 1758; Silpha puncticollis Lucas, 1846; Silpha tristis Illiger, 1798; Silpha franzi Schweiger, 1966; Silpha tyrolensis Laich, 1781; Silpha olivieri Bedel, 1887; Phosphuga atrata (Linné, 1758) y Ablattaria laevigata (Fabricius, 1775) (Coleoptera, Polyphaga, Silphidae).

COMENTARIOS DEL ADMINISTRADOR

1.- Una contribución entomológica publicada en una revista española y que como tantas otras del montón de publicaciones españolas, se ha visto con el paso del tiempo que no tienen ningún valor de reconocimiento académico a efectos investigadores; para quiénes tocan la orquesta y elaborar las distintas partituras que encontramos en la ANECA -no la “Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación” sino un ente en donde “Algunos Nunca Estaremos Como Acreditados”, ser hispanoparlante y tener que publicar en español por no haber nacido en Londres o Nueva York y escribir como un nativo inglés o americano es un acto reprobable y mal visto en las instancias de dicho ente.

Y aunque este trabajo constituyera una gran aportación a la faunística ibérica de estos coleópteros necrófagos, cómo no está en «English«, pues no tiene por tanto ninguna relevancia entomológica y como todos los demás artículos de esta y otras publicaciones similares -españolas, no inglesas o americanas- al carecer de eso que llaman “impact factor“, pues su reconocimiento y existencia, ni se estiman. Y esto no viene de ahora, este collar lo han utilizado muchos «chuchos» para despreciar nuestra producción científica y el valor real de nuestras aportaciones.

Bueno, sí que ha servido para llenar los contenedores de papel y cartón de nuestras ciudades, cuando los distintos volúmenes publicados cada año se acumulan en algún almacén y toca vaciarlos o han pasado un cierto tiempo en las estanterías de los socios que pagan una cuota anual, con la idea de que lo que se publica en ellos, sirva para algún fin académico; pura fantasía ya que lo cierto es que en los ámbitos ministeriales y universitarios es una revista que al igual que muchas más de otras áreas de conocimiento, se desprecia, por aquello de que lo de estudiar bichitos es bastante “friki” y además los contenidos son localistas y de escasa o nula proyección internacional.

Vaya organismos que tenemos en el país, vaya labor progresista y vaya ideologías tan peregrinas que sólo contribuyen a despreciar nuestro idioma y las contribuciones en español, frente al inglés. Si llega a ser el ruso, no se que hubiera pasado ahora. Con este panorama, abonarse a ciertas revistas para contribuir a su existencia y funcionamiento, pues como que no; mejor opción, desde luego económica, darse de baja y dedicar la cuota a otros menesteres más agradecidos y reconocidos, pues en verdad para lo que vale publicar en ella y lo que el país la valora=0, cualquier otra elección es más gratificante.

2.- Con este artículo se inició en la Universidad de León, una nueva línea investigadora en entomología acuática y más específicamente en coleópteros y también una carrera docente, que me ha permitido obtener una plaza de Profesor Titular de Universidad; desafortunadamente, la vergonzosa serie de descalabros derivados de las distintas leyes universitarias españolas fruto de las genialidades de varios ministros y varios partidos políticos, han convertido la Universidad española y especialmente las más pequeñas y de provincia en un cortijo feudal donde lo que impera es el poder del “dígito” y si llegas a progresar en esa carrera docente para ser un “catedrático“, sólo puedes alcanzarlo desde la perspectiva del “si yo quiero o nosotros queremos” de algunos que se instalan en las áreas de conocimiento, Departamentos, Facultades e incluso Universidades, como sí sus actos, decisiones y aportaciones a la ciencia y a la comunidad fueran el “non plus ultra“.

3.- Esta realidad, se hizo más suprema que nunca durante el año 2021 -pandémico por coronavirus y en el que se estaba tramitando otro descalabro legislativo para las Universidades-, lo que demuestra una vez más que en este país lo que importa no es valorar el esfuerzo y sacrificio de sus universitarios a lo largo de una trayectoria sino dejar como legado del paso de algunos, esas “históricas genialidades” por las cuales esa carrera y esa dedicación absoluta de otros, se pueden convertir en un infierno laboral. Si además, a esto le sumamos la indecente e ilegal dejación de funciones que impera en alguna autonomía –caso de Castilla y León-, por ejemplo, con relación al Decreto 132/2002, donde alguno de sus artículos lleva la friolera de casi 20 años sin desarrollar y que para casos como el mio, esté ocasionando que muchas ilusiones y oportunidades se hayan truncado por un “NO” obligado.

Pero aquí las leyes se dictan y otra cosa es cumplirlas; claro está que si no lo hace el “último de la fila” pues “para que se quiere más“, pero sí lo que está en los artículos -quiénes debían de dar ejemplo-, se lo pasan por el forro, ARCO DEL TRIUNFO, etc., pues como para progresar en la carrera; si acaso llegar a jubilarte por longevidad genética, pero no por salud mental.

4.- En estas notas, que acompañarán a mis publicaciones entomológicas y en pequeñas píldoras, iré desgranando las diversas y variopintas triquiñuelas por las que ha ido pasando mi carrera docente que sin duda alguna, ya no podrá ir más allá. Esas “genialidades históricas” de algunos y esos “dígitos” de varios, que detrás de su “cátedra” -por cierto, a veces conseguida en gran parte también con el “dígito“-, han convertido las Universidades en esto: “Entra en la Universidad y encontrarás un cementerio para enterrar las ilusiones” (la frase no es mía), fue dicha por un brillante licenciado hace muchos años atrás, que no tuvo opción universitaria y acabó teniendo que dejar sus animales de 8 patas e irse, pero la suscribo desde entonces; idéntica situación se ha dado con otros varios y de distintas categorías universitarias, a los que ciertos tipos de personajes universitarios, clasistas y apernados -en solitario o en «colegueo«-, se quitan de en medio simplemente por aquello de erigirse en ocasiones de “replicantes” del sistema y salvadores del academicismo más conservador que sin ellos sería un desastre.

Total que así estamos y luego hablan de rejuvenecer las plantillas y de crear oportunidades para otros que llevan cierto tiempo detrás. La Universidad, en general está muy necesitada, como las alfombras que más que de vez en cuando se las levante para darles una buena sacudida de polvo y una ración de limpia tapicerías; sin dudar es preciso realizar este “nettoyage” cuanto antes, pero lo difícil es que algún ministro quiera hacerlo, dure el tiempo suficiente y pueda y tenga ganas o le dejen. Lo que se avecina de cambios en este sentido, no pinta nada bien, casi vaticino que convierte a algún gobernante “dinosaurio” en más dirigente “dinosaurio”.

Acabamos de ver publicada una nueva ley de Universidades que tiene como dicen en portugués » muito engarrafamento» y a las puertas de unas elecciones generales el panorama que se vislumbra es que ningún gobierno o partido tiene la receta para tratar un mal fundamental: Mientras haya 17 modalidades de Universidades, 17 tipos de profesores, 17 dirigentes necesitados de profundos cursillos de reciclaje y todo un montón de «replicantes», pues a seguir con el paliativo «paracetamol» y si acaso un «ibuprofeno» bebible que ahora dicen que es más efectivo.